jueves, 19 de enero de 2012

In Vino Veritas

Bebamos, que el amor entre las copas hallará besos más cálidos. Bebamos en las alegres copas que endulzan la belleza, y que el fugaz instante se embriague de voluptuosidad.”
La Traviata, Acto IGiuseppe Verdi.


         19 de Enero de 2012; días extraños, tiempos confusos. Un servidor despliega a media mañana el periódico sobre las rodillas, y después de leer un par de titulares piensa, “mejor lo cierro”. Pocas cosas parecen tener sentido. Tengo el presentimiento de que el decorado de cartón piedra se les viene abajo, el castillo de naipes se descompone… elijan la frase hecha que más les guste. Quedamos a la expectativa, pues. ¿Qué será lo siguiente? Vienen las dudas, hay algo que no huele bien, que pinta mal. Y así se suceden los días, semanas enteras, inmersos en una nebulosa de incertidumbres, pensando en el futuro con cierto recelo y poco optimismo - no todos, gracias a Dios -. Estamos siendo testigos de esa calma que precede a la tempestad, esperando a ver quien se decide, quien será el guapo que tire la primera piedra. La vieja Europa no parece envejecer con dignidad, el ambiente está enrarecido y hay muchas cosas que a nadie le gusta. Se respira cierto desasosiego, ¿no es así?

          Tengo una propuesta. Propongo que bebamos vino en abundancia, dancemos alrededor del fuego como animales salvajes, y que a través del sudor que fluye de nuestros cuerpos nos liberemos de actitudes negativas y malos semblantes. Propongo que nos despojemos la ropa y seamos partícipes en carnes propias y ajenas de una orgía grotesca, coautores de una obra de arte tan surrealista como sublime que sucumbirá al delirio del apoteosis final; a medida que el clímax vaya aumentando, continuas sucesiones de orgasmos iluminarán el camino hacia la salvación. Como dijo William Blake, que además de pintar cuadros y escribir poemas era un místico, - y si era un místico, algo de autoridad en la materia debería tener -; decía el señor Blake que “el camino del exceso conduce al palacio de la sabiduría”. 
         
         Así pues, mantened vivas las llamas de la hoguera durante la noche, que además de dar calor a nuestros cuerpos  desnudos y congraciarnos con la Divinidad, hará resplandecer nuestros rostros, mostrando el goce del placer sexual en su versión mas noble, en su estado más puro. Montemos una bacanal de tal magnitud en la que perdamos la noción del tiempo, donde pasado, presente y futuro se fundan durante el proceso que desembocará en el éxtasis libidinal colectivo. Y nos olvidamos de las noticias por un rato, que al fin y al cabo, tienen de realidad lo que mis fantasías eróticas, poquito.

          Quedad con Dios.


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola. Este me ha gustado mas, el primero menos. La musica me fascino porque esta sincronizada con el texto aunque no he podido resistirme a la escritura, profunda, con ritmo, y sentido.
Transmitiendo un aspecto de la vida de las personas, a la perfeccion, podras leerlo si prestas algo de atencion.

Interesante concepto, lo visitare a menudo.

Yo no quiero ser anonymous...

Uncle George dijo...

Carlos, tienes dos opciones:
opción a) te haces una cuenta de google, y ya aparece el nombre que elijas.
opción b) entras como anónimo y en la ultima linea escribes: Carlos. Y ya sabemos todos de que persona tan erudita proviene el mensaje: del único e inconfundible Carlos.
Gracias por tu gentil mensaje.

Anónimo dijo...

Pues creo que no me voy a hacer la cuenta pues como bien dices soy inconfundible.
Cuando decia en mi parrafo anterior "transmitiendo un aspecto de la vida de las personas" me referia a esa clase social, la cual esta por encima de algunos, esta aristocracia italiana podia beber, fumar y disfrutar sin limites, tal como lo hacen hoy en dia las clases altas de la sociedad.
Como dices muy bien en tu texto, se respira calma mientras se espera la tormenta.
Cuando muchos se den cuenta de la sopa boba a la cual estamos destinados, empezaran los robos y atracos pues la gente no estarà dispuesta a morirse de hambre; y si hay a alguien a quien robar es a estas personas, pero eso no se ve en la calle, matamos, criticamos y odiamos a nuestros semejantes; eso es lo que quieren que nos matemos entre nosotros.
Yo no seria capaz de robar a alguien necesitado como yo y nos deberiamos dar cuenta de eso, ponernos de acuerdo y lanzar esa primera piedra entre todos.
Para terminar, si organizas esa orgia no te olvides de llamar a una persona erudita como yo.

Carlos.