Las Marujas (1996), chirigota del “Selu”
¡Ay madre mía de mi vida de mi corazón de mis entrañas de mis sentimientos
queríos, patrióticos y compartíos, deseaos y
por haber! Qué jarturita más
grande de vida chiquilla, pero jartita que estoy, bien lo sabe Dios, to' el
santo día bregando, de arriba pa' bajo y de abajo pa' rriba, sin parar, desde
la primera hora de la mañana en que una se levanta con las claras del día, hasta
por la noche que ya están los niños acostaos en la cama, que ya cae una rendiíta
en el sofá porque ya una no
puede más con su alma, que
se me sale el corazón por la boca na más que de pensarlo, qué lucha, de
verdad que sí, maldita sea la hora en que se me ocurriría pasar por el
altar, con lo bien y lo tranquila que yo estaba, algo malo habré hecho en otra
vida pa’ merecer esto que estoy pagándolo ahora con
creces, que entre unos y otros me van a volver loca, ¡que ajetreo de vida hija mía de mi alma!, ahora tú deja que ésta se jarte, que el día que ésta que está
aquí se jarte va a tomar las de Villadiego, ese día va a arder Troya, vamos
que voy a cogé un seguío que no me va a ver ni Dios, tiene guasa la cosa, que
no tiene una un ratito ni pa' echar una cabezaíta mientras que ve la telenovela,
que na’ más que empieza a cantar
el muchacho de la música ya están los niños dando por culo, qué ganitas
tengo de que llegue ya el invierno y se vayan to’s pa’l colegio a tomar viento
de una vez, que hay que ver la buena vida que se pegan los maestros, digo, tres
meses que se quitan de en medio y se libran de los niños to’ los veranos, mal
palo me den, que estoy aquí hecha una esclava, y al final, ¿pa’ qué?, pa’ ná, total, pa’
lo que lo agradecen después, sobretodo el mayor, ay que cruz tengo con el mayor
chiquilla, con ese tengo el cielo ganao con San Pedro bendito en la entrada
abriéndome las
puertas de par en par, jolagranputaniño que me tiene ya hasta el coño, ¡hasta
el coño me tiene ya!, que no quiere una hablar mal pero me hacen decir cosas
que no debo decir, maldita sea la leche que yo mamé, ¿po’ no se ha creído el
mojón éste que el plato de comida cae del cielo?, hay que ver que poquísima vergüenza que
tiene el niño, que me trae por la calle de la amargura, aburriíta me tiene, y después
la forma de contestar que tiene, que se queda una muerta de escucharlo, vaya
tela marinera con la boquita del niño, no tiene ná el niño, ¡el niño tiene
mandanga!, desde luego yo no sé donde escucha esas cosas, aquí en casa desde luego que no,
¿tú te crees que
eso es una forma de contestarle a una madre?, ¡qué barbaridad!, que no respeta
ná, ya no respeta ni a su madre, y el que no respeta a una madre no se merece
ni el agua que bebe, y luego
hasta las tantas de la noche en la calle, yo quisiera saber lo que hace en la calle to’ el santo día, digo, todavía
no ha vuelto, así estoy, que me tiene to’ la noche con las carnes abiertas,
como que éste se ha pensao que esto es una pensión, to’ el día con los amigos
escuchando el chunta chunta, tomándoselo to’ por
el pito del sereno, pero ni’ mijita, como que aquí se va acabar el cachondeo
que se trae conmigo a la voz de ya como Maruja como me llamo, digo, se ha
creido éste que to’l monte es orégano, deja
que venga su padre de trabajar y entre por las puertas, que le va a arrear un guantazo que le
va a poner la cara del revés, vamos que se va a llevar tocando las palmas con las
orejas dos semanas, ya verás tú qué pronto se le van a quitar to’ las tonterías en un
santiamén al mierda niño este, ¡ay, si le hubiera dao un babushaso en la boca
a tiempo cuando se lo tenía que haber dao, otro gallo cantaría!, pero como
después una es la mala, por eso pasa lo que pasa, que encima se tiene una hasta
que callar…*
*Dedicado a todas las
marujas que en el mundo han sido.
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