“Los privilegios acabarán, pero el pueblo es eterno”
Conde de Mirabeau
Madrugada del sábado al domingo a las doce de la noche: se guarda un minuto de silencio en la plaza del Sol. Como la
situación ralla lo dantesco, miles de ciudadanos han decidido salir de sus
casas y demostrar que no es un ganado de ovejas siguiendo a ningún pastor. Esa
advertencia por parte de las autoridades de disolver la plaza a las 22:OO h. no
ha gustado en absoluto a los madrileños, que ya tuvieron cuatro décadas de toques de queda.
A parte, eso de dejar las calles tan pronto al caer la noche no es muy español
que se diga - precisamente, por algo a los madrileños se les conoce como gatos
-. De sobra cabe decir que en España, a partir de las diez de la noche es cuando
mejor se está en la calle. Eso de irse a dormir tan pronto es algo más
propio de los países del norte, como pudiera ser Alemania, por lo que mucho nos
tememos que esa decisión pudiera haber sido tomada también, como tantas otras, al dictado
de la señora Merckel.
De
cualquier forma los ciudadanos ya están, una vez más,
en las plazas. Tratan de buscar las soluciones que aquellos gobernantes elegidos democráticamente no son capaces de encontrar, más preocupados por salir del paso escupiendo eufemismos que de implantar cambios reales en un sistema caduco y obsoleto. Caballeros de chaquetas oscuras, pueden desabrocharse el último
botón del cuello de la camisa, aflojar el nudo de la corbata y tragar un poco de saliva, que nadie les presta
atención. Tampoco se echa de menos su presencia, ya que no existe constancia de que sean capaces de arreglar ningún entuerto - de lo contrario no estarían miles de ciudadanos gritando en las plazas que hay cambiar cuatro cosas -. Esta noche, mal que os pese, el protagonista vuelve a ser el pueblo.
2 comentarios:
Hemos vuelto a las plazas, porque hay que recordar que la revolución no se APLAZA... y que no estamos de celebración, que seguimos, que no pararemos.
Silvio Rodriguez dijo una vez que la peor necedad es la asumir al enemigo, y no podía estar más en lo cierto. Hemos asumido una democracia secuestrada, desprovista de significado e inerte. Hemos asumido (o desconocemos) que España y Europa está a merced de los bancos, y que el sistema económico está orquestrado para vivir en una eterna deuda y seguir comiendo de la mano del BCE. Hemos asumido que los politicos mientan, que se nos rían en la cara y que el pueblo sólo pueda ser soberano cada 4 años cuando formamos parte del circo PPSOE que no cambia nada.
Estamos hartos y hartas, y seguimos saliendo a las calles, y llevaremos las manos blancos, porque no usamos perros asesinos para protegernos.
Soy 15M, y nunca he estado tan orgulloso en mi vida de ser algo.
Camarada y camarado, no le quepa duda que estoy de su lado.
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