"La
política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico
falso y aplicar después los remedios equivocados"
Groucho Marx
Si yo fuera
presidente… bueno, a decir verdad jamás lo sería, ya que para ello tendría que
haber llegado al poder bajándome los pantalones o corrompiéndome,
y de esa forma encajar en el sistema. Y ni lo uno ni lo otro.
Si yo fuera
presidente, sabría que aunque dejara al país al borde de la quiebra o
colaborase en guerras injustas e ilegales para el beneficio de las grandes
corporaciones, nunca me meterían en la cárcel, y aún así tendría una pensión
vitalicia de 78.000 euros al año, sin contar con otros emolumentos.
Si yo fuera
presidente, bajo ningún concepto iría la raíz del problema - los bancos y los
especuladores financieros - aquellos que nos metieron en la mierda donde nos
encontramos; muy al contrario, rescataría a los bancos con el dinero y el sudor
de los que menos tienen, ya que mi partido tendría que responder con favores
los servicios prestados que sufragaron las campañas propagandísticas que me
hubieran llevado al poder -.
Si yo fuera
presidente, preferiría que el pueblo piense que África está como está por mala
suerte, no por un neocolonialismo basado en los famosos ajustes estructurales
que en su día también imponían en América Latina y ahora nos imponen a
nosotros, creando un sistema de deuda eterna que esclaviza al pueblo y acumula
el capital en círculos cada vez más reducidos - creando las condiciones legales
oportunas para que se instaure un estado policial o dictatorial con el fin de
acallar las protestas -.
Si yo fuera
presidente, jamás metería mano a los paraísos fiscales, donde se conserva más
del 40% del capital en el mundo, es decir, de aquellos parásitos que se
benefician del sistema sin contribuir con impuestos; al contrario, si me
hiciera falta un poco de liquidez, o estos necesitaran blanquear dinero, les
facilitaría una amnistía fiscal para blanquear capital, digamos a un 10% y
santas pascuas, pero nunca los perseguiría para llevarlos donde tendrían que
estar, pudriéndose en la cárcel.
Si yo fuera
presidente, obviamente, mantendría los privilegios de las subvenciones que
reciben los partidos políticos - más de 86 millones de euros en subvenciones
sólo para el PP según el Tribunal de Cuentas en su ultima auditoría -, los privilegios
fiscales de la Iglesia Católica o de la Casa Real, incluída la ausencia de una
Ley de Transparencia.
Si yo fuera
presidente, jamás solucionaría el problema de la droga descriminalizando su
consumo, ya que del dinero negro que ahí se mueve nos beneficiaríamos las
élites en un sistema de oferta y demanda perfecto; las drogas se producen en el
sur y se consumen en el norte, y las armas se producen en el norte y se
"consumen" en sur, mientras se abarrotan las cárceles de consumidores
y pequeños traficantes. Jamás de los jamases contaría, por ejemplo, que después
de más de diez años de la ocupación militar del país más poderoso del mundo en
Afganistán, más del 90% del opio que se consume en el mundo sale de ese
minúsculo país, no fuera a ser que levantara sospechas entre el populacho.
Si yo fuera
presidente, estaría encantado con los medios de comunicación, que propagan el
miedo para evitar su reacción, propagan la división entre la ciudadanía
culpando de todo a los inmigrantes, propagan la ignorancia suprimiendo la CNN
Plus Noticias por Gran Hermano 24 horas y etiquetan de antisistema a todo aquel
que ose cuestionar el status quo.
Si yo fuera
presidente, me alegraría de que dejaran en la calle a las fuerzas del orden que
se demuestre que hayan abusado de su autoridad, mandando un mensaje de
impunidad para que se sientan libres de coaccionar al pueblo cuando éste
proteste por lo que considere que es injusto, y por supuesto que haría la vista
gorda cuando Amnistía Internacional reporte casos de tortura en nuestras
cárceles, corriendo un tupido velo.
Si yo fuera
presidente, evitaría en la medida de lo posible que el pueblo tuviese noticia
de cómo funciona la Unión Europea, la OTAN, el FMI, el Banco Central Europeo o
la Reserva Federal, porque provocaría suicidios colectivos que reducirían el
consumo.
Si yo fuera
presidente, trataría de que no se cuestionara el sistema de crecimiento en que
se basa la economía de los países en un planeta con recursos limitados, con el
objetivo de evitar que se nos caiga el castillo de naipes.
Si yo fuera
presidente, impediría en la medida de lo posible que el pueblo supiese que
después de las grandes crisis, los ricos se hacen más ricos y los pobres,
pobrecitos ellos, cada día más miserables.
Si yo fuera
presidente, felicitaría a los padres de nuestra sacrosanta constitución, que
fue creada siguiendo el modelo inglés - Fraga dixit -, es decir, dos
grandes partidos políticos que se alternan en el poder, con la posibilidad de
culpabilizar al partido predecesor de todos los males, mientras que los
ciudadanos continúan votando cada cuatro años, legitimándome para perpetuar el
saqueo por los siglos de los siglos.
Si yo fuera
presidente, dejaría las cosas como están, ya que poco podría hacer cuando son
los mercados los que imponen las normas y un servidor sólo sería una
insignificante marioneta, un títere a las órdenes de los que de verdad manejan los hilos de esta dictadura disfrazada de democracia, convirtiendo mi maravilloso país en
el balneario de Europa.
Y por supuesto
que no, un servidor no pretende ser presidente. Yo de mayor quiero ser
perro-flauta. En el video, el bueno de Mariano, con su habitual verbigracia y
saber hacer, nos explica con claridad las medidas a adoptar para salir de la
crisis. Así responde Rajoy a Rubalcaba cuando éste habla de sadismo político.
2 comentarios:
bien dices, nunca serás presidente.
Pero quizá deberías..... intentar...
Una vez fui presidente ejemplar de mi comunidad de vecinos, con gran éxito de gestión.
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