lunes, 7 de mayo de 2012

Una Tarde de Domingo en la Casa del Señor

“Fe significa no querer saber la verdad”
Friedrich Nietzsche


La foto que preside el artículo de hoy corresponde a un panfleto que han dejado en el buzón de casa hace escasamente unos días (si hacen click con el botón izquierdo del ratón, podrán verla ampliada). Sin lugar a dudas, las imágenes son realmente llamativas: aparecen representadas las Torres Gemelas en el momento del impacto de los dos aviones y unas páginas de la Biblia cuyo texto se confunde con las llamas de los edificios, junto con la presencia de Barack Obama, Hu Jintao y el Papa de Roma, Benedicto XVI. En el centro, una serie de frases impactantes con la fuente de color amarillo chillón sobre un fondo rojo, entre las que destaco: “¿es Obama el Anticristo?” y “¿quién tiene el número 666?” El lugar para despejar estas inquietantes incógnitas es la Iglesia Adventista del Séptimo Día, situada cerca de casa y en la que se presentó un servidor - con mis correspondientes zapatos de domingo - ayer mismo, día del Señor.

Dos sorprendidas damas me tomaron los datos personales en un habitáculo previo a la nave principal - desconozco si sus caras de sorpresa se debieron a que era mi primera vez allí, porque no soy negro, o por ambas cosas a la vez -. Tuvieron el detalle de prestarme una Biblia y de obsequiarme con un extenso libro titulado “La Gran Controversia Terminó”, junto con un cuaderno de notas que incluía una serie de cuestiones que debía responder tomando apuntes durante la misa, con preguntas tales como “¿cuales son las características de la Bestia?”, “¿qué es la cólera de Dios?” y “¿arderán eternamente los débiles en el infierno?” La cosa prometía. Una vez pasé al interior, al ver un piano de cola y una batería en el púlpito pensé que aquello iba a ser una misa gospel. Al comenzar la función, el párroco local introdujo al pastor Paul Graves, quien iba a dar una serie de seminarios a lo largo de la semana, ya que al parecer es un experto en las revelaciones del profeta Daniel. Tan pronto como Graves comenzó su letanía, casualmente se sentó un chico joven a mi lado -convencido estoy que fue enviado por las mujeres que encontré en recepción -, quien en todo momento estuvo indicándome - con una destreza digna de admiración - dónde se encontraban los versículos de la Biblia a los que el pastor iba haciendo mención.

Para mi decepción allí no cantó ni Dios, aquello no se pareció en absoluto a un musical de Broadway y la charla de Mr Graves resultó ser tan anodina como insulsa, sin ni siquiera tocar los puntos claves que se anunciaban en el flyer. Una vez finalizada la charla, una de aquellas señoritas que me tomó los datos en recepción me preguntó si me había gustado la experiencia, a lo que respondí que, para ser honestos, estaba un poco desilusionado porque durante la charla no se aclaró si Obama era el Anticristo o si el profeta Daniel auguró que China sería la próxima superpotencia mundial, que era otro de los temas calientes a tratar que se anunciaban en el reverso del panfleto. Desapareció unos segundos y, tras consultar al pastor Graves, volvió para aclararme que la profecía de Obama iba a ser desvelada en el seminario del martes. Acto seguido, me despedí de algunos de los asistentes con una sonrisa, salí del templo y caminé a casa con paso lento, entre dubitativo y escéptico, tratando inútilmente de imaginar qué pensará Dios de todo esto.



2 comentarios:

Luna Roi dijo...

En mi buzón nunca dejan cosas tan interesantes. Aunque, la verdad, no lo sé: hace tiempo que perdí la llave y sólo recojo lo que sobresale por la boca.

Enhorabuena,

Lu.

alikindoy dijo...

pues vaya con los adventistaS!! Podían haberse tocao algo... eh!! digo los instrumentos.., bueno mejor nop digo nada.
Si salistes ileso mejor no vuelvas, no tientes a la suerte :)